5 PROS Y CONTRAS DE VIVIR CON UN ROOMIE
Marzo 20 de 2018
Cada vez es más común rentar un inmueble y compartir los gastos con un roomie. Contar con este ‘compañero de independencia’ ofrece la ventaja de tener a alguien con quien dividir el pago de las cuentas y es que la situación económica actual vuelve casi inalcanzable la opción de rentar un departamento para vivir solos.
La vivienda y los millennials
Por desgracia, esa dificultad es común para muchos jóvenes alrededor del mundo. Datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos revelan que más de un tercio de millennials todavía viven con sus padres -esto es 24 millones de adultos jóvenes-, cuando hacia 1880 los ciudadanos entre 18 y 34 años de edad ya solían vivir con sus parejas.
Asimismo, un estudio del Pew Research Center, con sede en Washington, arrojó que 48% de jóvenes en Europa reside en casa de sus progenitores, 42% están en las mismas circunstancias en Canadá; y casi 49% en Japón.
Lo mismo sucede en Reino Unido donde la cifra de millennials alcanzó un récord histórico en 2017, con más de un cuarto de ciudadanos de 20 a 34 años que no han abandonado al nido. Datos publicados por la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) de esa nación muestran que pasaron de 2.7 millones en 1996, a 3.4 millones.
El panorama no es muy distinto para la juventud nacional cuya limitante principal para independizarte en términos de vivienda es el bajo sueldo que perciben. Si bien el INEGI indica que los millennials representan casi la mitad de la población en edad de laborar, también informa que solo la mitad trabajan, pero sin prestaciones de ley.
5 ventajas y desventajas de vivir con un roomie
Ante este escenario, sin duda lo más recomendable es considerar vivir con un roommate de modo que sea más asequible rentar una vivienda. No obstante, es importante considerar los pros y contras. A continuación, te compartimos aspectos positivos y puntos negativos para que tomes la decisión que más te convenga:
Lo bueno
- Costos al 50% o menos: vivir con uno o más roomies es la solución para quienes tienen un presupuesto apretado, ya que pueden dividir todos los gastos de la renta y los servicios. De hecho, pueden llegar a acuerdos y pagarlos mensualmente de forma alternada o armar un calendario de pagos que se ajuste a sus bolsillos.
- Compañía: ser independiente al 100% se puede convertir en algo muy solitario, tú y tu roommate pueden hacerse compañía para ver series en la noche, películas los viernes o cocinar los fines de semana. Con el tiempo, pueden desarrollar una relación tan cercana que tendrán la confianza de hablar de temas personales.
- Un compañero confiable: ¿te ha pasado que olvidas cosas importantes para la oficina en casa? Si cultivas una buena relación con tu roomie, puede ser que esté dispuesto a ayudarte a encontrar las llaves o el celular que dejaste en la sala y llevártelos a tu oficina cuando él vaya de camino a la suya.
- Más habilidades sociales: si eres nuevo en la ciudad o en la colonia y no tienes amigos, compartir casa con un roomie puede aumentar tu círculo social y tus habilidades para convivir con diferentes tipos de personas.
- Responsabilidades compartidas: olvídate de la preocupación de lavar los trastos o asear la casa para que no sea un completo caos: con un compañero de cuarto esas tareas domésticas estarán repartidas.
Lo malo
- Mitad de precio y…mitad de espacio: ahorras dinero, pero igualmente reduces tu espacio. Quizá por el trabajo de tu roomie, este requiera un área extra. Prepárate para dárselo y para verlo por todas partes.
- Una carga más: corres el riesgo de que sea un roommate con falta de compromiso, así que tendrás que recordarle de los pagos, las responsabilidades y eso puede ser estresante.
- Daños y suciedad: quizá sea bueno para pagar, pero no para limpiar. A eso agrega los daños que la falta de mantenimiento adecuado puede ocasionar. Tal vez tengas que pagar parte de eso y decirle adiós a tu depósito de renta.
- Deshonesto: es un gran riesgo compartir con un roomie despistado que no apaga las luces o que no cierra con llave el departamento. Eso aumenta los gastos y puede poner en riesgo tu seguridad o tus pertenencias.
- Falta de privacidad: tener un roomie terminará con tu privacidad y con cierto grado de relajación que viene con ella. Quizá él o ella organice reuniones y te haga desvelar de vez en cuando.
¿Podrás vivir con eso? Piénsalo dos veces y elige lo mejor para ti y tu proyecto de vida.